La pandemia ha agudizado las amenazas al progreso que se derivan de conflictos y el cambio climático. Las estimaciones indican que, en el año 2020, el número de indigentes aumentó de entre 119 y 124 millones en el mundo, de los cuales el 60% se encuentran en Asia meridional. Las previsiones inmediatas apuntan al primer aumento de la tasa de pobreza extrema desde 1998, del 8,4% en el año 2019 al 9,5% en 2020, lo que revierte los avances logrados desde 2016.