Omisiones: tanto en sinfones (dos consonantes en una misma sílaba, por ejemplo, escriben “bazo” en lugar de “brazo”) como en distensión silábica (letras que pierden fuerza en su pronunciación, por ejemplo, escriben “la” en lugar de “las”) y también en sílabas en su totalidad (escriben “pron” en lugar de “pronto”).
También se produce la omisión de la letra “h” o, incluso, pueden llegar a omitir palabras completas