CONSTRUYENDO FUTURO con INCLUSIÓN

discapacidad intelectual

¿En qué consiste la discapacidad intelectual?

La discapacidad intelectual es una limitación del funcionamiento intelectual y en la conducta adaptativa, afectando a la comprensión, el razonamiento y la adaptación a cambios en áreas como las relaciones sociales o la comprensión de conceptos. Estas limitaciones se manifiestan antes de los 18 años. 

En resumen, la discapacidad intelectual se entiende como una limitación significativa en el desarrollo cognitivo y adaptativo, pero no debe verse como una incapacidad fija o inmutable, sino como una condición que puede mejorar con apoyos adecuados en entornos inclusivos.

 

La atención educativa del alumnado con discapacidad intelectual representa un reto y una oportunidad para el profesorado. Esta condición, caracterizada por limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual y en habilidades adaptativas, requiere enfoques pedagógicos específicos que favorezcan la comprensión, el aprendizaje y la participación plena del alumnado con discapacidad intelectual en el aula.

 

Sin embargo, es fundamental entender que, con las estrategias adecuadas, el alumnado con discapacidad intelectual puede desarrollar sus habilidades y participar de manera activa en su propio proceso educativo. 

ESTRATEGIAS FACILITADORAS

A través de estas recomendaciones, se busca facilitar la enseñanza y maximizar el potencial de cada estudiante, respetando su ritmo y estilo de aprendizaje. Desde el uso de apoyos visuales hasta la creación de rutinas predecibles, estos consejos permitirán al profesorado ofrecer una educación más accesible y comprensiva para todo el aula.

Usa pictogramas y apoyos visuales

Utiliza tarjetas, imágenes o gráficos para representar instrucciones, rutinas o conceptos. Esto puede ayudar al alumnado a entender y recordar la información más fácilmente. 

 

Proporciona instrucciones paso a paso

Explica las tareas de manera secuencial y concreta. Por ejemplo, en lugar de decir «termina tu trabajo», indica cada paso: «Primero, escribe tu nombre. Luego, responde la primera pregunta.» 

Divide las tareas en varios pasos

Aquellas tareas que resulten complejas divídelas en varios pasos para facilitar su comprensión

 
Permite descansos frecuente

El alumnado con discapacidad intelectual pueden tener dificultades para mantener la concentración durante periodos prolongados. Introduce descansos cortos entre actividades para evitar que se sientan abrumados. 

Usa refuerzos positivos inmediatos

Recompensa los logros inmediatamente, ya sea con elogios verbales, una sonrisa o incluso un sistema de puntos o pegatinas. El refuerzo inmediato ayuda a consolidar conductas positivas y motiva al alumnado a continuar. 

 

Compañero o compañera de apoyo

Para que el alumnado con discapacidad intelectual realice un aprendizaje más rápido de determinados procesos puede ser muy útil el tener un compañero o compañera que le dé apoyo.

Establece señales visuales o auditivas

Emplea señales claras, como campanas o luces, para marcar cambios de actividad. Esto ayuda al alumnado con discapacidad a anticipar lo que va a suceder y a hacer transiciones más fáciles. 

 
Ofrece tiempo adicional para completar tareas y exámenes

El alumnado con discapacidad intelectual puede requerir más tiempo para procesar información y completar actividades. Evita presionarlos y da tiempo extra para que realicen las tareas y exámenes sin estrés. 

Proporciona ejemplos concretos y manipulativos

Para explicar conceptos abstractos como el tiempo o las matemáticas, usa ejemplos prácticos y objetos físicos si tienes a tu disposición. Por ejemplo, para enseñar la suma, utiliza bloques o fichas que el alumnado pueda contar y mover.

 

Incorpora actividades sensoriales

Muchos estudiantes con discapacidad intelectual se benefician de actividades que involucren varios sentidos. Integra materiales táctiles, sonidos o colores brillantes para facilitar el aprendizaje y mantener su atención.

 

Comunicación constante con la familia y profesionales

Mantén una comunicación abierta y regular con los progenitores y profesionales que traten a cada estudiante. Pueden proporcionarte información valiosa sobre sus necesidades específicas, y la colaboración puede asegurar una educación más coherente y adaptada. 

profe, no te olvides de…

Proporciona instrucciones cortas y claras

Divide las tareas en varios pasos

Permite descansos frecuentes

Usa refuerzos positivos inmediatos

Incorpora actividades sensoriales

Comunícate con el alumnado para prestar atención a su día a día

“Tener discapacidad intelectual no significa ser tonto”. Pablo Pineda

con la colaboración de…

Fundación ONCE

La Fundación ONCE para la Cooperación e Inclusión Social de Personas con Discapacidad nace en febrero de 1988, por acuerdo del Consejo General de la ONCE, y se presenta ante la sociedad en septiembre de ese mismo año como un instrumento de cooperación y solidaridad de los ciegos españoles hacia otros colectivos de personas con discapacidad para la mejora de sus condiciones de vida.

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