Para las personas con discapacidad visual, las barreras en la educación pueden ser significativas. La falta de acceso a materiales didácticos adecuados, la dependencia de recursos visuales en la enseñanza, y los espacios físicos no accesibles son solo algunos de los desafíos a los que se enfrenta este alumnado. Como resultado, es crucial que los educadores estén capacitados y sensibilizados para proporcionar un ambiente de aprendizaje significativo y accesible centrado en las necesidades educativas del alumnado con discapacidad visual.
Por tanto, las estrategias pedagógicas para estudiantes con discapacidad visual deben estar diseñadas no solo para mitigar las limitaciones impuestas por la discapacidad, sino también para promover la autonomía, la participación, y el éxito académico.
Estas estrategias van más allá de simples adaptaciones físicas o tecnológicas; implican un enfoque integral que considera las necesidades emocionales, sociales y cognitivas del alumnado con discapacidad visual.