Los grados C de la nueva ley de FP podrían explicarse del siguiente modo. Los títulos de FP (grados D) suelen corresponderse, por lo general, con dos o tres perfiles profesionales distintos pero altamente relacionados entre sí. Esto es así para dotar a los titulados de FP de una mayor flexibilidad laboral a la hora de buscar trabajo. Pues bien: cada uno de los nuevos grados C se corresponde (al menos en teoría) con cada uno de estos perfiles profesionales. Así, si una persona acumula (sea por la vía que sea) alguno de los grados C que conforman un grado D, automáticamente se le convalidarían los módulos correspondientes a dicho grado C, con lo que sólo tendría que cursar el resto de módulos para completar el grado D completo y, por tanto, obtener la titulación. Al haber creado los grados C a base de trocear los grados D, esta convalidación es directa, cosa que, hasta la nueva ley, era más compleja. Esto es especialmente importante para, especialmente, aquellas personas que hayan obtenido un grado C por acreditación de competencias profesionales.
Es importante destacar que no es posible obtener un grado D completo a través de la acumulación de grados C, pues los grados C, según el RD 659/2023, sólo pueden estar conformados por módulos asociados a estándares de competencia… Y no todos los módulos que forman un grado D lo están. Por ejemplo, los módulos transversales como Itinerario Personal para la Empleabilidad I y II, Sostenibilidad Aplicada al Sistema Productivo, o Digitalización Aplicada al Sistema Productivo, no están asociados a estándares de competencia, con lo que no podrían cursarse vía los grados C. Asimismo, en algunas titulaciones existen ciertos módulos que tampoco están asociados a estándares de competencia, con lo que, en principio, tampoco podrían cursarse vía grados C. Sin embargo, acumulado grados C, se podrían convalidar una gran cantidad de módulos de una titulación de FP de grado D.